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Célebre impresor francés que después de haber aprendido el oficio de encuadernador y de impresor en París pasó a Amberes y allí estableció un taller imprenta que tuvo gran fama en todos los territorios dominados por la corona de España, en muchos de cuyos lugares tuvo sucursales para la impresión de muchas obras.
El primer libro que imprimió fue "La instrucción de una noble hija de casa noble" en 1554. Felipe II le lleno de privilegios y le encomendó la edición de la Biblia políglota de Alcalá que edito entre 1569 y 1572.
Su lema era una mano saliendo de una nube y la leyenda "labor et constantia". En sus talleres trabajaban gente experta y exigente. Los progresos de la impresión en Europa le debieron mucho, debido al innumerable elenco de ediciones que hizo durante tres siglos.
Los privilegios de Felipe II, conservados por los sucesores Austrias, se mantuvieron tres siglos, sobre todo el derecho a editar en exclusiva libros religiosos oficiales.
En todo el imperio español no hubo otros libros litúrgicos, misales, breviarios y devocionarios oficiales que los editados por la casa. Hasta diversos accesorios, como el papel de impresión y todos los elementos gráficos estuvieron bajo su influencia. Nada pudieron contra tal monopolio los demás impresores ni las Ordenes religiosas o el Clero de todo el Reino, que tuvieron que comprar los libros editados por la Casa de Plantin, con los precios y formas que sus privilegios reales autorizaban.
Todos los bienes acumulados, edificio lujoso de Amberes, máquinas antiguas y obras de archivo, fueron comprados por el Municipio de la ciudad en 1877 y convertidos en elementos admirables del museo más original del gremio y de la acción impresora.
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